domingo, 29 de diciembre de 2019

“Compromiso Argentino por el desarrollo y la solidaridad”


El Presidente firmó el Compromiso Argentino por el Desarrollo y la Solidaridad 
con organizaciones sindicales, sociales y empresariales

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, firmó junto a empresarios, representantes gremiales y de movimientos sociales, el denominado “Compromiso Argentino por el desarrollo y la solidaridad”, en el cual se insta llevar adelante "consensos de largo plazo, que vayan más allá de un período presidencial y que incluyan metas compartidas y posibles de alcanzar en distintas etapas."

El Presidente explicó que “la idea de este acuerdo, es empezar a lograr un diálogo franco para asumir los problemas que tenemos; toda la Argentina tiene problemas, está claro que algunos están más agobiados que otros, pero toda la Argentina tiene problemas”.

“Estamos en un país que lleva dos años consecutivos de caída del consumo y más de veinte meses de caída de la actividad industrial, y esto hay que revertirlo rápidamente, el modo es que los industriales inviertan, que la industria crezca, que podamos exportar, que de ese modo generemos trabajo, que la economía vuelva a moverse como todos soñamos, y la idea es que lo hagamos entre todos”, instó Fernández.

“Yo valoro mucho esta mesa porque en ella están sentados los actores de la Argentina, los que trabajan, los que invierten y producen y los que gobernamos.

Y así van a hacer los cuatro años que vienen, trabajando juntos y decisiones juntos”, afirmó el titular del Ejecutivo Nacional.

La agenda a llevar adelante, incluye entre otros temas prioritarios, un esquema de actualización de haberes jubilatorios y tarifas de servicios públicos, la creación de empleos de calidad, alentar la inversión productiva y las exportaciones de valor agregado, facilitar el acceso al crédito bancario para la vivienda y la producción, así como promoción de las Pymes.

Destaca también que la futura discusión en el seno del Parlamento del próximo Presupuesto Nacional, “constituye una primera oportunidad para que, en el marco de un adecuado análisis de costos y recursos, los acuerdos a los que se hayan arribado en las mesas de diálogo puedan convertirse en políticas públicas operativas y de inmediata implementación.”

El documento ya ha recibido el apoyo explícito de dos de las entidades que conforman la Mesa de Enlace: la Federación Agraria Argentina y de la CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria).

Junto al primer mandatario, estuvieron presentes el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, el de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Claudio Moroni, de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.


A continuación, el listado de los firmantes del Compromiso Argentino 
por el desarrollo y la solidaridad:

Miguel Acevedo - Presidente Unión Industrial Argentina (UIA)

Carlos Acuña – Confederación General del Trabajo (CGT)

Sonia Alesso - Secretaria General Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA)

Luciano Alvarez – Movimiento Los Pibes

Alberto Alvarez Saavedra - Secretario de la Unión Industrial Argentina

Claudia Baigorria - Secretaria Adjunta de CTA Autónoma

Leo Bilanski - Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino

Matías Bohl – Federación Nacional Campesina

Nicolas Caropresi - Movimiento De Trabajadores Excluidos (MTE)

Esteban Castro – CTEP

Víctor Castro - Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio)

Daniel Catalano –ATE Capital

Armando Cavalieri - Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios

Diego Cifarelli – Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM)

Héctor Daer – CGT

Daniel Fenoglio - Asociación Argentina Productores de Porcinos (AAPP)

Ricardo Diab – CAME

Roberto Domenech - Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA)

Emilio Pérsico – Movimiento Evita

Juan Erdmann - Asociación de Semilleros Argentinos (ASA)

Carlos Feiguin -Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA)

Marcelo Fernández –Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA)

Hugo Godoy - Secretario General de ATE

Edgardo Grundfeld - Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE)

Gustavo Idigoras – Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara)

Adrián Kaufmann Brea – UIA

Lautaro Leveratto – MTE Rural

José Lingeri - Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias

Edgardo Llano – Asociación del Personal Aeronáutico

Pedro Enrique Mac Mullen – Rizobacter

Hipólito Madariaga – Frente Agrario Evita

Fredy Mariño – Corriente Clasista y Combativa (CCC)

Gerardo Martínez - UOCRA       

José Martins - Bolsa de Cereales de Buenos Aires

Alberto Morelli - MAIZAR (Asociación Maíz y Sorgo Argentino)

Hugo Moyano - Sindicato de Choferes de Camiones       

Eduardo Murua - Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas

Nahuel Levaggi - Unión Trabajadores de la Tierra

Gildo Onorato - Federación de Cooperativas Evita

José Oscari - Barrios de Pie

Sergio Palazzo - Asociación Bancaria           

Eleonora Pedot - MNCI Vía Campesina

Ricardo Piedro - CTA Autónoma         

Luciano Ravanetti     

Mario Ravettino - Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC)

Miguel Ángel Rodríguez - PyMI

Andrés Rodríguez - Unión Del Personal Civil de la Nación (UPCN)     

Christian Romo - La Dignidad

Dina Sánchez - Frente Popular Darío Santillán

Víctor Santa María - Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH) 

Silvia Saravia - Barrios de Pie

Luis Tendlarz - Consejo Empresario Brasil-Argentina (CEMBRAR)

Alejandro Jesús Vera, agrupación Martín Fierro

Gabriel Vienni - UIA

Pablo Villano - Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL)

Omar Viviani - Sindicato de Peones de Taxis

Hugo Yasky - CTA           

Luis Zubizarreta - Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA)



Texto del compromiso:

La Nación atraviesa una situación de grave fragilidad económica y social.

Necesitamos estar más unidos que nunca para enfrentarla y superarla.

Los abajo firmantes, el nuevo Gobierno y los representantes de los trabajadores, el empresariado y los movimientos sociales, asumimos el compromiso de trabajar juntos para abordar esta emergencia.

Sobre esa base, vamos a construir un conjunto de consensos para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible.

Nos reúne una crisis que conlleva una oportunidad y un deseo compartido: volver a ser una Patria unida, capaz de acrecentar el bienestar de todas sus hijas e hijos sobre la base del trabajo, la inversión productiva y una justa distribución de la riqueza.

Vamos a construir una nación solidaria, desarrollada y justa.

Para lograrlo, suscribimos este compromiso solidario: empezar por ofrecer respuestas a los últimos para llegar a todos.

Y, a la vez, empezar por lo más urgente para luego poder juntos abocarnos a lo más importante.

Urgente es, en primer lugar, dar respuesta a la trágica deuda social con los argentinos y argentinas que sufren hambre y problemas de alimentación.

Nos comprometemos, ante el aumento abrupto de la pobreza, a contribuir con un esfuerzo extraordinario a la obligación moral de poner en la mesa de todas nuestras familias el pan que a ninguna le debería faltar.

En segundo lugar, esa urgencia se manifiesta en un endeudamiento público que, por su magnitud y la inmediatez de los compromisos de pago, exige a nuestro Gobierno un claro desafío.

La voluntad de pago requiere condiciones compatibles con la atención de la deuda social y el crecimiento de la economía, en el marco de una ética pública de las prioridades que ponga a la dignidad humana por encima de cualquier otro interés.

Sin ello, sería imposible cumplir con las obligaciones que asuma el país.

Reconocemos también la prioridad de la resolución sustentable de esa deuda pública.

Expresamos nuestra confianza y respaldo a la gestión que ante los acreedores privados y organismos internacionales realizará el nuevo gobierno argentino.

No será la mera negociación de una administración.

 Lograr una solución sustentable será la tarea colectiva de todo un país que reclama poner a la producción y al trabajo por encima de la especulación financiera y la fuga de capitales. 

Esa gestión será un pilar necesario, pero no suficiente, para comenzar a construir un Acuerdo Estratégico de Desarrollo Humano Integral, que permita la unidad nacional y el acceso a la población a derechos elementales como la tierra, el agua, el techo y el trabajo, más allá de las diversas posiciones.

Juntos, sin uniformidad ni unanimidad, pero sí con un fuerte compromiso colectivo, acordamos iniciar la construcción de un nuevo contrato ciudadano que nos permita avanzar hacia ese horizonte común.

Aceptamos el desafío de edificar consensos de largo plazo, que vayan más allá de un periodo presidencial, y que incluyan metas compartidas y posibles de alcanzar en distintas etapas.

Esos acuerdos serán un conjunto de instrumentos precisos, factibles y coordinados para el logro de metas definidas.

No se trata de un compendio de buenas intenciones, sino de logros y objetivos muy concretos.

Por ello, coincidimos en la necesidad de poner en marcha un Consejo Económico y Social, que procese esos acuerdos en debates multisectoriales e informados, con tiempos de maduración acordes a su complejidad. 

Nos comprometemos a ser parte de ese Consejo y sus diferentes ámbitos de trabajo y discusión, una vez que el Congreso debata y apruebe el proyecto que el Poder Ejecutivo le enviará para su creación.

Hay acuerdos que ya integran una agenda con proyectos y estudios sobre los cuales es posible y necesario avanzar hacia soluciones en plazos breves.

Hay casos en donde ya empresarios, sindicatos, movimientos sociales y otros actores han arribado a entendimientos sectoriales, que sólo exigen precisiones técnicas, así como un adecuado nivel de viabilidad jurídica y presupuestaria para su implementación.

Otros acuerdos requieren estudios de factibilidad avanzados y una arquitectura compleja.

Deben ser tratados con premura, pero también con la información rigurosa y el análisis profundo que exigen.

Coincidimos en que esa agenda debe incluir como temas prioritarios un esquema equitativo y sustentable de actualización de haberes jubilatorios y tarifas de los servicios públicos.

En ese sentido, somos conscientes del efecto devastador de la inflación sobre el salario, la inversión productiva y, en general, la tranquilidad de nuestros hogares.

El reordenamiento fiscal y monetario que el Estado se ha comprometido a llevar adelante se debe reforzar en su efectividad con el curso de conductas sectoriales responsables, en especial en lograr la estabilidad de precios.

Nos comprometemos a poner nuestros mayores esfuerzos en ese objetivo.

Nos comprometemos a trabajar en paralelo en el tratamiento de un conjunto de propuestas sectoriales que, a partir de la estabilización macroeconómica y social, puedan sentar las bases para un nuevo y extenso tiempo de crecimiento con inclusión.

Coincidimos en la importancia de crear más empleos de calidad y erradicar la precariedad, alentar la inversión productiva y las exportaciones de valor agregado, facilitar el acceso al crédito bancario para la vivienda y la producción, promover a las pequeñas y medianas empresas, mejorar la competitividad de la economía, alentar una integración  con el Mercosur y el mundo, vincular la ciencia con la creación de valor, enfrentar mejor los desafíos al empleo de la economía 4.0, fomentar el empleo joven, incrementar la participación de las mujeres, estimular a la economía popular y a la agricultura familiar, cuidar el medio ambiente y garantizar el acceso a salud, educación y el hábitat a los sectores más postergados.

Es nuestra vocación acercar nuestras propuestas prioritarias a las mesas de trabajo que convoque la Jefatura de Gabinete de Ministros, así como participar de toda instancia de diálogo y debate.

Cuando compartimos decisiones es relevante manifestarlo públicamente.

También podrá haber disensos y en una sociedad democrática madura existen mecanismos institucionales, establecidos por la Constitución, para resolver esta convivencia en la diferencia.

La formulación de acuerdos requerirá además el compromiso de todos los poderes del Estado.

Es crucial en este momento que, desde sus características institucionales, todos se sumen a este proceso de diálogo y generación de consensos.

Entendemos que la discusión parlamentaria del próximo Presupuesto Nacional constituye una primera oportunidad para que, en el marco de un adecuado análisis de costos y recursos, los acuerdos a los que se hayan arribado en las mesas de diálogo puedan convertirse en políticas públicas operativas y de inmediata implementación.

Nos comprometemos a hacerlo en un marco de respeto y máxima transparencia institucional.

Estamos convencidos y convencidas de que la Argentina debe asumir unida sus desafíos.

Superar las divisiones del pasado, para construir el futuro.

Juntos podemos atender mejor los desafíos más urgentes de la deuda social y la deuda pública.

Así, contribuiremos a construir el país desarrollado y justo que todos y todas nos merecemos.

casarosada


lunes, 4 de marzo de 2019

Datos al servicio del impacto en el desarrollo - por qué debemos invertir en las personas, los datos y las ideas


© Shutterstock

Los datos de alta calidad sobre el desarrollo son indispensables para el impacto en el desarrollo

Sabemos que los datos de alta calidad sobre el desarrollo sirven de base para la formulación de políticas importantes, la asignación eficiente de recursos y la prestación eficaz de servicios públicos.

Desafortunadamente, a pesar de que las nuevas tecnologías permiten generar una mayor cantidad de datos y usarlos de una manera más amplia, todavía hay muchos espacios en blanco en materia de datos en el mundo.

Un documento de mi colega Umar Serajuddin y otros autores publicado en 2015 describe este fenómeno como la “privación de datos”, (i) concluyendo que, hace unos pocos años, 77 países aún carecían de los datos necesarios para medir adecuadamente la pobreza.

Lo que es peor, con frecuencia los datos son más escasos en las zonas donde justamente se necesitan más.

Por un lado, la escasez de datos a nivel individual en materias como activos y consumo limita de manera grave nuestra capacidad de tomar decisiones para disminuir las disparidades de género.

De manera similar, pese a la urgencia de gestionar los riesgos climáticos, existen aún vacíos importantes en materia de datos climáticos, como por ejemplo los impactos en los recursos de agua dulce.

La educación, la salud, la seguridad alimentaria y la infraestructura son solo algunos de los numerosos ámbitos en los que se necesitan más y mejores datos para lograr avances.

Entonces, ¿qué se debe hacer?

De cara al futuro, propongo tres prioridades en el ámbito de los datos, que estamos tratando de poner en práctica.

Necesitamos enfocarnos tanto en los fundamentos como en la frontera

Si bien comparto el entusiasmo mundial sobre la última brillante iniciativa en materia de datos (¡Shiny!), estoy convencida de que los componentes fundamentales de los datos sobre el desarrollo —registro civil y estadísticas vitales, otros datos administrativos, encuestas de hogares— siempre serán un componente crítico de la manera en que trabajamos para mejorar la vida de las personas en todo el mundo.

Sin embargo, también hay un gran potencial derivado de las nuevas tecnologías y las nuevas fuentes de datos que no existían antes, y que nos pueden ayudar a ahorrar tiempo, aumentar la precisión, y entender y gestionar nuestro mundo de nuevas maneras.

Por eso, para mí, el real entusiasmo se debe relacionar con la integración de fuentes de datos tradicionales, como las encuestas de hogares, con fuentes de datos nuevas e innovadoras, como las imágenes satelitales, y los datos geoespaciales, de dispositivos móviles y de redes sociales.

Esto nos obliga a ampliar la frontera aumentando nuestra propia experiencia en nuevos tipos de datos, mejorando el análisis de datos como el aprendizaje automático y aprovechando la colaboración con el sector privado, y manteniendo al mismo tiempo nuestro enfoque en el desarrollo de capacidad en los países clientes para promover la generación de datos de alta calidad en el sector público.

Necesitamos equilibrar la abundancia de datos con la protección de los datos

Mucho ha cambiado en el mundo de los datos desde que el Banco Mundial ofreció libre acceso a sus datos hace casi una década.

Desde la puesta en marcha de nuestra iniciativa Datos de libre acceso en 2010, se ha observado un gran aumento tanto en la cantidad de indicadores que ponemos a disposición como en el uso de nuestros datos en el mundo.

Tampoco nos conformamos con dormirnos en nuestros laureles en este ámbito: abrimos nuestros análisis compartiendo nuestros códigos y algoritmos para alcanzar nuestro objetivo final de generar conocimientos abiertos al servicio del impacto en el desarrollo.

Pero creo en un mundo donde la abundancia de datos va de la mano con una gestión eficaz de los datos, lo que incluye la protección adecuada de los datos personales.

La privacidad de los datos está en la mente de todos en estos días, y por una buena razón.

Es fundamental que frenemos el lado oscuro del uso indebido de los datos y garanticemos que los datos sirvan a un propósito social más elevado. (i)

En este momento, el mundo necesita con urgencia una gestión de los datos basada en un conjunto de valores universalmente reconocidos, lo que demandará un proceso político para reunir a las empresas privadas y el sector tecnológico con expertos legales y el sector público.

Por eso celebro el anuncio del primer ministro japonés, Shinzo Abe, de incluir la gestión mundial de datos como una prioridad clave en los próximos debates del Grupo de los Veinte (G-20) (i) que tendrán lugar este año.

Por mi parte, estoy trabajando para promover una gestión eficaz de los datos en el Banco en mi calidad de copresidenta del Consejo de Datos sobre el Desarrollo (DDC, por su sigla en inglés), junto con Carolina Sánchez, mi contraparte del Departamento de Prácticas Mundiales de Reducción de la Pobreza.

A través del DDC, trabajamos con altos directivos y equipos técnicos en todo el Banco para coordinar nuestra visión colectiva, las prioridades y las actividades relativas a los datos.

Necesitamos recopilar datos desde la explotación agrícola hasta la mesa

En nuestro trabajo, nos gusta decir que recopilamos datos desde la explotación agrícola hasta la mesa.

En lo que concierne a la explotación agrícola, se anunció recientemente la puesta en marcha de la Iniciativa 50 x 2030 para acabar con el hambre ,(i) que permitirá a mis colegas visitar explotaciones agrícolas en 50 países de ingreso mediano y de ingreso bajo para apoyar a las oficinas nacionales de estadística y los ministerios en la recopilación de mejores datos agrícolas con el objetivo de eliminar el hambre en todo el mundo a más tardar en 2030.

En lo que concierne a la mesa, nuestros científicos de datos, estadísticos y economistas hacen que los datos sean accesibles y procesables transformándolos en tablas y visualizaciones atractivas, como se observa en el Atlas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2018, (pdf) que se puede reproducir completamente.

En otras palabras, trabajamos con datos a lo largo de todos los aspectos de la cadena de valor de los datos sobre el desarrollo, desde la recopilación a la gestión, la organización, el análisis y el uso.

Y cuando se trata del uso de los datos, no nos detengamos en las tablas estadísticas; asegurémonos de que los datos mejoren la vida de las personas en sus mesas.

Para lograrlo, debemos apoyar la alfabetización en materia de datos e invertir en la capacidad de las personas en todo el mundo para transformar los datos en políticas que realmente tengan impactos importantes en la vida de la gente.

Poner en práctica nuestras prioridades: invertir en los datos, las personas y las ideas

Para poner en práctica estas prioridades, debemos comprometernos a financiar de manera integral las iniciativas en materia de datos.

Necesitamos invertir en los países en cada paso del proceso, desde mejorar sus métodos a recopilar mejores datos, anonimizar y organizar la información, y aumentar sus capacidades de uso y análisis de los datos para generar un impacto real en el desarrollo.

Debemos estar preparados para trabajar con las Naciones Unidas y otros donantes a fin de acelerar los avances en este ámbito complementando la inversión nacional con financiamiento sostenible a través de mayores inversiones de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y nuevos servicios de fondos fiduciarios.

También tenemos que garantizar que nuestros expertos en estadística y científicos de datos tengan el apoyo para llevar a la institución hacia las fronteras de los datos del futuro y alentar a los equipos a integrar usos nuevos y creativos de los datos en nuestra labor operativa.

Me gustaría que nuestros científicos de datos lleguen a ser los conectores entre la tecnología de datos y aplicaciones importantes para el impacto en el desarrollo.

Por último, debemos invertir en ideas innovadoras para apoyar mejor a los países y crear bienes públicos mundiales, siendo pioneros en nuevas aplicaciones de tecnologías de datos que nos ayuden a monitorear y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Por ejemplo, la plataforma Global Nightlights, (i) puesta en marcha recientemente, nos permite identificar el acceso a la electricidad hasta el nivel de asentamiento en 30 países, mientras que nuestro Centro de datos sobre el desarrollo (i) es la primera ventanilla única del Banco Mundial para encontrar, gestionar y usar datos que favorezcan el impacto en el desarrollo.

ENVIADO POR HAISHAN FU
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